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CAPACITACIÓN PERMANENTE

La Capacitación es una inversión, no es un gasto.

Si bien en la mayoría de las empresas la capacitación es considerada como una actividad permanente y fundamental para el crecimiento, al momento de ajustar los gastos, se reducen los presupuestos destinados a este fin en forma significativa ¿por qué

Crecimiento de la capacitación:

·        En la última década, la realización de cursos de capacitación dentro de las empresas ha dado un salto cuantitativo y cualitativo. Hay un crecimiento, tanto en la cantidad de seminarios y cursos como en la calidad de las temáticas y especializaciones. El mismo comportamiento fue seguido por la oferta, ya que puede observarse un crecimiento en el número de empresas prestadoras de servicios de capacitación.

·        Este cambio ha sido generado, principalmente, porque las empresas reconocen como una necesidad el perfeccionamiento constante de su fuerza laboral, cualquiera sea el nivel dentro de la estructura jerárquica.

Ahora bien, si las empresas valoran la formación de su personal, ¿por qué motivos, cuando se inicia un proceso de reducción de gastos, en la mayoría de los casos comienza por la disminución en forma significativa de los presupuestos de capacitación?

·        En una oportunidad, un cliente que había solicitado un presupuesto para realizar un curso sobre Técnicas de Ventas dijo, “por el momento lo vamos a suspender porque estamos con muchas dificultades de ventas”. Finalmente, seis meses después (si, seis meses), se llevó a cabo la capacitación. Había una diferencia, las ventas habían disminuido aún más.

¿qué es lo que lleva a postergar este tipo de decisiones?

En el proceso que se practica en las empresas para la contratación de servicios de capacitación, resalta que la dificultad más importante estriba en el hecho de considerarla como un gasto y no como una inversión. 

La Capacitación como Inversión

Concebir la capacitación como una inversión conduce, necesariamente, al desarrollo de un proceso que involucra a varias personas de diferentes áreas de la organización; por ejemplo, el responsable de un sector, el personal de recursos humanos y quizás el usuario directo. Este tipo de inversión requiere análisis, es lo que técnicamente se denomina una compra racional.

Compra racional

Etapas del proceso:

1. Reconocimiento de la necesidad

2. Definición de la clase de producto o servicio y desarrollo de especificaciones

3. Búsqueda de proveedores

4. Análisis de propuestas

5. Selección del proveedor y elaboración de la orden de compra

6. Evaluación del rendimiento

Teniendo en cuenta las etapas enunciadas, si comparamos el proceso de compra de una máquina con el proceso de compra de un curso se observará con mayor claridad por qué se considera que la capacitación no recibe el tratamiento que corresponde a una inversión.

Compra de maquinaria

  • Se realizan estudios que determinan la necesidad de incorporar nueva tecnología. Pueden participar en el proceso el Jefe de Producción, el Supervisor de Planta, personal de Oficina Técnica, el Responsable de Compras inclusive el Operario, cada uno ofrece su punto de vista. Esta información es tenida en cuenta para realizar la selección final del proveedor.

  • Una vez adquirido el bien, se realiza el montaje con mucho cuidado para no ocasionar dificultades al momento de su puesta en marcha.

  • El Operario, que ha recibido todas las instrucciones necesarias para su manejo y control comienza a producir. El Supervisor recorre el lugar varias veces al día para constatar que no se produzcan inconvenientes. El Jefe elabora estadísticas para que la Gerencia pueda seguir la evolución de la producción. Luego de un período de fabricación, todos los que estuvieron involucrados volcarán sus conocimientos intentando que el nuevo equipamiento genere mayores beneficios. En síntesis, es una inversión, hay que hacerla rendir.

Compra de un Curso de Capacitación

  • Si se trata de empresas grandes, el personal de Recursos Humanos intenta convencer a los responsables de área de la importancia y la necesidad de brindar formación a su gente. Si en cambio nos referimos a las PyME, los dueños se preguntan si es el momento adecuado, si hace falta entrenar a todos y consideran que la capacitación no le solucionará los problemas. Por estos motivos, generalmente en las grandes compañías, es solo el personal de Recursos Humanos el que participa en las etapas de reconocimiento de la necesidad y la definición de la clase de servicio. En la pequeñas y medianas suelen postergarse las entrevistas o reemplazarse por “un programa tipo”.

  • Finalmente teniendo en cuenta la importancia del “perfeccionamiento constante de la fuerza laboral” se aprueba la realización de la capacitación. Allí comienza otra etapa del proceso de decisión:  la definición de pautas para su implementación tales como: lugar de realización, días y horarios, total de participantes, etc.

  • Los criterios utilizados en estas decisiones son muy diferentes de los que se adoptan para otras inversiones. Por ejemplo: “necesitamos hacer el curso en dos días intensivos porque no podemos distraer más tiempo al personal”. ¿Es esto conveniente para un proceso de aprendizaje? Pareciera no tener importancia. ¿Realizaría una empresa, el montaje de una máquina rápidamente sin estar seguro que funcionará correctamente? Nadie se atrevería a intentarlo.

Comparación.

Finalizada la capacitación, cada persona, que ha participado de ese entrenamiento vuelve a su actividad cotidiana e intentará poner en práctica lo aprendido.

  • ¿Se le presentan dificultades?

  • ¿Ha logrado utilizar alguna de las herramientas recibidas?

  • ¿Puede, su nuevo conocimiento, servir a otros dentro del sector donde se desempeña?

Rendimiento de la inversión

La mayoría de las empresas no podrían responder estas preguntas porque a diferencia de otras inversiones, ni el Supervisor, ni el Jefe, ni el Gerente realizan un seguimiento adecuado. Nadie se acerca al personal para que informe sobre qué cosas podrían mejorarse poniendo en práctica lo que ha aprendido. La ausencia de feedback a veces se produce por no valorizar el entrenamiento, a veces por “falta de tiempo” y otras por temor a lo desconocido. En síntesis, no se mide y evalúa el rendimiento de la inversión.

Pasos a seguir

La capacitación es una excelente herramienta para el desarrollo de la empresa. Es un medio, que utilizado adecuadamente, le facilitará el camino hacia el logro de sus objetivos.

La capacitación no es un fin en si misma, está dirigida para alguien y para algo.

  1. Lleve a cabo una detección de las necesidades de capacitación. Conozca la demanda. Involúcrese con su personal para identificar sus fortalezas y debilidades, de este modo seleccionará en forma más conveniente los contenidos a trabajar en el entrenamiento.

  2. Si el curso se realiza dentro de su empresa, brinde al Instructor (sea interno o externo), toda la información necesaria para que pueda diseñar una capacitación a la medida de sus necesidades, si usted va a enviar a su personal a capacitarse fuera de la empresa, indague con detenimiento acerca de los contenidos y la metodología que se utilizará en esa jornada. Recuerde: USTED VA A REALIZAR UNA INVERSIÓN.

  3. Intente armonizar los tiempos de la capacitación con las exigencias de la empresa. Me refiero al análisis de la duración del curso y de la frecuencia de los encuentros.

  4. Al finalizar la capacitación trabaje para obtener los máximos beneficios de esta inversión. Sea exigente, transforme el “saber” en “saber hacer” aplicado al trabajo. Usted puede proponer: “De lo aprendido en el curso ¿hay algún cambio que considere conveniente realizar?, ¿Por qué?. Al mes siguiente insista, ¿qué herramienta podríamos implementar este mes que mejoraría la calidad de trabajo de nuestro sector?

  5. Por último, comparta con su gente la evaluación del rendimiento. Ofrezca feedback al personal y ellos le ofrecerán cada día mejores resultados

En la práctica

Frecuentemente escuchamos que las empresas y el personal deben capacitarse permanentemente para mantenerse a la vanguardia y no desactualizarse.  Pero ¿comprendemos lo que es la capacitación permanente? 

Capacitación permanente no es

  • Convocar a los empleados a escuchar a un extraño que nos va a decir cosas bonitas y lo fácil que es hacer mejor nuestro trabajo.

Capacitación permanente es

  • Ver con profundidad nuestras debilidades y tras analizar causas, efectos y consecuencias, planear métodos de cambio para mejorar o aprender a hacerlo.

No es involucrase en el trabajo actual, es escuchar al trabajador y brindarle opciones de acuerdo a sus capacidades, sin camisas de fuerza.

Vemos como el capacitarse nos da resultados generalmente en el estado de ánimo del trabajador, porque eso si, es evidente que tras un día de conferencia bien dirigida y llevada por un SHOWMAN que motiva hasta a una tortuga, nos sentimos con ganas de comernos el mundo y vemos que podemos dar mas, pero al día siguiente y tras encontrase con el jefe que le da la misma lata de siempre, se nos va la inyección de motivación a los pies y la capacitación recibida se queda en el libro de notas que nos entregaron junto con el refrigerio y antes del certificado.

Es por eso que la capacitación debe ser algo bien compartido y valorado por todos los niveles y buscando que los temas generen procesos o se incorporen a los existentes para que trasciendan en el tiempo y creen hábitos de cambio.

Se debe tener cuidado al involucrar a un tercero para que platique con el equipo de trabajo, ya que si se designa a un MOTIVADOR, y este no sabe enfocar el objetivo, puede generar reacciones en contra e incluso, desautorizar nuestro trabajo como líder; de hecho ya no existen motivadores, hoy son FACILITADORES enfocados a temas específicos que inmersos en un ambiente de optimismo y de solución, les muestran porque pueden ser mejores y apuntar a la luna para por lo menos alcanzar una estrella. 

No te mates buscando la manera de motivar, busca la forma de incentivar el cambio hacia el optimismo y la actitud positiva, el sentido de pertenencia para con el trabajo. De motivos esta lleno un suicida, es un motivado al 100%, por eso capacitar no es gritar aleluyas y repetir frases de SI SE PUEDE y SOMOS LOS MEJORES, hay que metérselas en el corazón y ser tangibles en los temas usando un lenguaje y un ambiente optimista y fácil.